La literatura, el cine, o Leyendas como la del Holandés Herrante.. nos hablan de barcos fantasmas sin tripulación y misterios relacionados con el mar,
¿pero que hay de real?
¿pero que hay de real?
Desde barcos míticos a desapariciones más recientes
El 1775 el ballenero groenlandés Herald, cruzando el Atlántico Norte, divisó entre glaciares las puntas de unos mástiles, se acercaron al barco pero nadie respondió, el capitán decidió subir al barco junto a ocho de sus hombres.
La cubierta estaba tapada por el hielo, finalmente cuando consiguieron acceder al interior del barco se encontraron 28 cuerpos congelados, cubiertos por varias mantas. El frío había conservado sus cuerpos, encontrarón al capitán del barco congelado en su cabina, también había el cuerpo de una mujer y un niño.
Recogieron el cuaderno de bitácora y abandonaron el barco temerosos. Pero en el cuaderno sólo había la 1ª página y la última, ya que el resto cayó accidentalmente en el mar. El Octavius había partido de Inglaterra rumbo a China el 10 de septiembre de 1761 y la última anotación era del 11 de noviembre de 1762:
Hasta ahora hemos estado atrapados en el hielo por 17 días. Nuestra posición aproximada es Longitud 160 O, Latitud 75 N. El fuego finalmente se extinguió ayer y el maestre ha estado tratando de encenderlo otra vez pero sin mucho éxito. Le ha dado la piedra a uno de los marinos. El hijo del maestre murió esta mañana y su esposa dice que ya no siente el frío. El resto de nosotros no siente lo mismo en esta agonía
Esas latitudes significaban que se habían visto atrapados lejos de allí, en Alaska y el barco había cruzado el paso del Noroeste, una ruta buscada durante años entre Atlántico y Pacífico para conectar Europa y Asia. El Octavio consiguió avanzar durante años por esta ruta y se mantuvo a flote con su tripulación muerta durante 13 años.
El buque fantasma Mary Celeste. 1872
Se dice que el Mary Celeste era un barco maldito que atraía las desgracias. Construido en 1960 en Nueva Escocia, primero se llamó Amazon, su primer capitán, Robert Mclellan enfermó y murió al cabo de poco tiempo, su segundo capitán tampoco tuvo mucha suerte, fue John Nutthin Parker, navegando cerca de Maine el barco sufrió destrozos por una escañizada de pesca, tuvo que ser reparado en los astilleros donde se produjo un incendio.
Las desventuras le siguieron, con su tercer capitán chocó con un bergante en el estrecho de Dover y con su cuarto capitán encalló en la isla de Cape Breton. El barco había sido reparado en infinidad de ocasiones y fue revendido. Finalmente lo adquirió J.H. Winchester del Consorcio de Armadores de Nueva York y el Amazon fue renombrado Mary Celeste, después de varias mejoras.
El 2 de noviembre de 1872 partió de Nueva York con su nueva tripulación: al mando del capitán Benjamin Spooner Brigs, el rimer oficia Albert G. Richardson, el segundo oficial era Andrew Gillin, el cocinero Edward William Head, cuatro marineros y la mujer e hija del capitán.
El barco transportaba barriles de alcohol con destino Génova (Italia)
8 días después otro barco, el Dei Gratia, avistó al Mary Celeste y se acercaron al ver que parecía que el barco iba a la deriva, decidieron subir para comprobar que había sucedido a la tripulación. Los trinquetes de la vela de popa habían volado de las vergas y se habían perdido. Sólo mantenía desplegadas dos velas y las otras velas estaban rotas por el viento, la escotilla principal estaba cubierta por un encerado y había agua en el suelo de la cocina.
Era evidente que habían sufrido alguna tormenta pero el barco no estaba en mal estado como para abandonarlo toda una tripulación. Tampoco se entiende si hubo una gran tormenta porque encontraron un bote de jarabe abierto encima de una mesa y sin derramar el líquido en ella, o porque no había rotos platos y otros elementos..
El bote salvavidas había sido lanzado al agua y en el debió abandonar toda la tripulación llevándose consigo el sextante y el libro de navegación. Nunca se encontraron sus cuerpos.
Carrol A. Deering. El triangulo de las Bermudas
Esta goleta se localizó cerca del cabo Hatteras, en Carolina del Norte en 1921.
El barco regresaba de entregar carbón a Suramérica. Encalló en un banco de arena y allí estuvo varios días hasta que la guardia costera lo encontró sin ninguno de los once tripulantes a bordo y sin rastro del equipo de navegación y el diario, y había 2 botes salvavidas.
Una nota llegó a la costa con una anotación que decía que alguien había subido al barco, pero no especificaba nombres.
Posteriormente se descubrió que más barcos habían desaparecido en circunstancias similares.
Las leyendas urbanas relacionan la desaparición de la tripulación con el Triángulo de las Bermudas, otras hablan de un motín o un ataque pirata.
El Ourang Medan. El barco de la muerte
En junio de 1947 dos veleros americanos, el City of Baltilmore y el Silver Star escucharon un extraño mensaje “Todos los oficiales a bordo están muertos. La mayoría de la tripulación está muerta. Envíen ayuda”, pensaron que estarían ante un posible naufragio. Volvieron a recibir otro mensaje “todos están muertos. Estoy muriendo”
Cuando la tripulación del Silver Star se acercó al Ourang Medan vieron cadáveres en la cubierta, pero no mostraban ni sangre ni signos de violencia, aunque era una escena aterradora, toda la tripulación tenía los ojos abiertos y mirando al firmamento, hasta el perro que viajaba a bordo apareció muerto con aspecto aterrorizado.
Unos pocos marinos valientes se atrevieron a entrar en el barco y dentro se encontraron más cadáveres, decidieron abandonar el barco y alejarse. Afortunadamente para ellos, ya que el banco se incendió tras una explosión y se hundió.
Se dice que pudieron morir de algun tipo de intoxicación de alguna sustancia que transportaban.
La desaparición de los tripulantes del Kaz II
El Kaz II, era un catamarán de 12 metros de eslora, partió un domingo 15 de abril del 2007 del puerto de Airlie Beach, en el norte de Queensland, con destino a la costa oeste australiana. En él viajaban tres tripulantes: Derek Batten de 56 años y los hermanos Peteer y James Tunstead de 69 y 63 años.
Cuatros días despues iba a la deriva cuando lo divisaron los Servicios de salvamento, a 160 km lo encontraron sin ningún rastro de vida de su tripulación, desconocian las causas por las que estos tres hombres habían abandonado el barco.
Tanto la radio com el gps funcionava, el motor estaba en punto muerto, la mesa de comer estaba servida, un ordenador portàtil estaba encendido y todos los chalecos salvavides estaban guardados en su sitio, Sólo una de las velas estaba dañada. Derek Batten era un experto marinero con más de 25 años de experiència, aunque hacia poco que habían comprado esta embarcación de 2a mano, el anterior propietario les ayudó a preparar la ruta de su trayecto.
La premsa de todo el mundio difundió la noticia sobre la extraña desaparición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario